20 hitos de las industrias creativas de Medellín

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1. En la segunda década del siglo pasado –hace cien años aproximadamente– se encuentran algunos de los cimientos industriales de lo que hoy conocemos como la economía creativa de Medellín.

2. Medellín contaba con un ferrocarril que la unía con el río Magdalena y por su ubicación, a medio camino entre el norte minero y el suroeste cafetero de Antioquia, lideraba la actividad comercial del país. Con los excedentes de capital, los comerciantes crearon las primeras fábricas. La actividad textil jalonaba el desarrollo y los economistas llamaron a la ciudad la “Manchester” latinoamericana.

3. La naciente ciudad industrial del siglo XX se desarrolló a la par una potente actividad cultural. Contaba con una escuela de Bellas Artes, concursos de fotografía, pintura y literatura, un par de periódicos y revistas literarias que exaltaban el cultivo del espíritu por encima de las ambiciones materiales.

4. En el Circo España, con capacidad para 6.000 espectadores, había espacio para zarzuelas, espectáculos circenses, corridas de toros, peleas de boxeo, proyecciones de cine y obras de teatro. El arquitecto belga Agustín Goovaerts diseñó el gran símbolo cultural del momento: el Edificio Gonzalo Mejía o Teatro Junín, inaugurado en 1924.

5. El gramófono competía con la música en vivo y se fundó Cine Colombia, con el propósito de construir teatros, exhibir, distribuir, vender y alquilar películas, empresa que impulsó el ingreso de la cultura en el proceso de industrialización triunfante.

6. Coltabaco creó uno de los primeros departamentos de publicidad para una empresa nacional. El caricaturista Ricardo Rendón y el diseñador y artista Miguel Ángel del Río diseñaron la etiqueta de los cigarrillos Pielroja, uno de los diseños de marca más importantes del país.

7. Hasta finales de los años treinta, se diseñaron los logos de la Compañía Nacional de Chocolates, Coltejer y Fabricato, a manos de artistas como Humberto Chávez, Félix Mejía, Jaime Posada y Luis Eduardo Viecco.

8. La vida plenamente urbana avanzaba hacia la primera mitad del siglo de la mano del transporte aéreo y los desarrollos tecnológicos, que acostumbraban a sus gentes al uso de electrodomésticos y potenciaron el desarrollo de la publicidad.

9. El primer transmisor de onda corta, instalado en Guayaquil en 1931, dio origen a la emisora HKO, precursora de las primeras grandes emisoras de la ciudad, donde brillaron los duetos musicales. Coltabaco, Fabricato, Cervecería Unión, Compañía Nacional de Chocolates, Laboratorios Uribe Ángel y Carlos Estrada fundaron la Voz de Antioquia en 1935.

10. A partir de 1940 fue posible la grabación local y se crearon la Compañía Antioqueña de Ópera y la Orquesta Sinfónica. La máquina industrial iba a toda marcha y sus ganancias se pusieron a las órdenes de la cultura de la ciudad.

11. En la mitad del siglo, las grandes empresas editaban sus propias revistas literarias y patrocinaban espacios culturales radiales, al tiempo que creaban sus propias colecciones de arte. Las bienales de arte de Coltejer de finales de los sesenta y principios de los setenta internacionalizaron la creatividad de la ciudad.

12. A mediados de los setenta, el maestro Fernando Botero hizo su primera donación al Museo de Zea, que en 1979 pasó a llamarse Museo de Antioquia. Empresas del sector financiero, como Suramericana, abrieron salas de exposiciones, y se impulsó la creación del Museo de Arte Moderno, inaugurado en 1980.

13. Con el abono empresarial también floreció la industria discográfica a mediados del siglo XX. Se establecieron las principales disqueras de Colombia, como Sonolux, Industrias Fonográficas Victoria, Codiscos, Discos Sílver, Discos Metrópoli, Discos Ondina y Discos Fuentes, dando inicio a una época dorada de la historia discográfica nacional.

14. En 1960, Fuentes prensó el primer variado de música tropical en Colombia, un hito en el desarrollo de este género musical: Los 14 cañonazos bailables. El genio de músicos de la Costa Atlántica, como Lisandro Meza, Alfredo Gutiérrez, Calixto Ochoa y Joe Arroyo, se mezcló con el talento paisa de ‘Fruko’, John Mario Londoño, Gustavo Quintero y empezaron a grabar en las disqueras que había en Medellín.

15. Jóvenes y estudiantes armaron bandas de garaje, como Aníbal Ángel y los Teen Agers, grupo en el que destacó Gustavo ‘El Loco’ Quintero. Aparecieron Los Hispanos, con Rodolfo Aicardi, y Quintero formó Los Graduados. Eran los representantes de lo que Andrés Caicedo llamó “el sonido paisa” de la música tropical colombiana.

16. En 1971 tuvo lugar el Festival Ancón, una de las mayores rupturas culturales de la ciudad después de la aparición de los nadaistas, que catapultó el creciente rock nacional que llegaba a la ciudad. Medellín recibió en sus estudios a grupos pioneros, como Los Ampex, Los Flippers y Los Yetis, que grabaron con Codiscos y Fuentes. Los mayores bailaban música tropical y los jóvenes abrazaban el rock and roll.

17. En los setentas llegó también un nuevo ritmo que el país no sabía bailar: la salsa, más elaborada que la música tropical. Surgió la necesidad de grabar ese nuevo sonido y quien mejor lo entendió fue Fruko. Junto a Wilson Saoko ‘Manyoma’ y a Joe Arroyo fueron pioneros en la creación del primer sonido de la salsa colombiana.

18. A partir de mediados de los ochenta surgen bandas que serían representativas del metal y el punk, como I.R.A., Masacre, Ekhymosis, Bajo Tierra, que marcarían el final del siglo y serían el germen de un sonido propio de la ciudad.

19. A principios de los noventas, en medio de la crisis social desatada por el terrorismo del narcotráfico, el aparato creativo de la ciudad y su tejido empresarial ofrecieron resistencia. Se inauguró Colombiamoda y se lanzaron el concurso nacional de novela y cuento de la Cámara de Comercio y el Festival Internacional de Poesía, que simbolizó la posibilidad de la palabra frente al terror de la violencia.

20. El siglo XXI inició con la mayor apuesta de renovación urbana de las últimas décadas, la creación de la Plaza Botero, que marcó el renacimiento de una Medellín abierta al mundo.

5 Comments

  1. There's good news, and there's bad news. The bad news is, it's not the drug. You're here, in the astral plane. You went too far in the make believe and got lost in your mind, consciousness, and now you're trapped in this, no place. Where every day is the same, where you can imagine yourself a kingdom. but nothing is ever real.

    1. And what's the good news?

      1. I'm not alone anymore.

  2. It's just Thursday. Like the 260th Thursday as a passenger on the cruise ship "Mental Health." On the plus side I've mastered eating with a spoon.

  3. I know, I don't have to be afraid. But I am because look at you. All of you. You're gods, and someday you are going to wake up and realize you don't have to listen to us anymore.

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